Creo que ya se la sabe todo el mundo “del libro”. Y la describes perfectamente en tu primera pregunta. Desde los 16 años hasta hoy siempre en el mundo del libro. Haciendo paquetes, repartiendo libros, facturando libros, vendiendo libros, montando una distribuidora. Ya en Ediciones B trabajo con “palabras mayores”, desde que en el 87 soy Director Comercial hasta que me nombran subdirector General y en 2000 salgo a liderar Grup 62, cambio de socios, me despiden en 2003. Entro a trabajar en Folio con Julián Viñuales (recientemente fallecido). Me incorporo a Grupo Editorial Norma (Carvajal Colombia) para desarrollar un proyecto literario y coordinar a los editores de L.A. La multinacional cambia de dirección y deciden desinvertir en libros, cierran todas las casas desde Colombia y toda L.A. e incluyen España. Entro en 2012 en Terapias Verdes, son amigos y en un principio les ayudo, y luego por herencia me dejan la editorial. La desarrollo con el nombre de Navona, hasta que, por temas de tesorería causados por la pandemia, hago concurso de acreedores y la editorial pasa a otras manos. Ahora escribo para Librújula y ABRIl de El Periódico, y asesoro a autores y editoriales.
Pere en tu trayectoria profesional has pasado por: Aula de Ediciones. Les Punxes. Montesinos. Ediciones B. Grup 62 y Navona editorial. Tu amor a las letras empezó de bien pequeño ¿verdad?
Totalmente. No concibo una vida sin libros a mí alrededor. Me siento cómodo en cualquier lugar en la cadena de valor del libro.
Leer es tu gran pasión. Devoras ensayos, biografías, poesía, cuentos y novelas y leí en alguna parte que la literatura latinoamericana y la novela negra son tus lecturas preferidas. ¿Eres de los que se obligan a acabar la lectura aunque no guste o de los que piensan que hay demasiados libros en el mundo para martirizarse con uno?
Soy un lector ecléctico. No distingo entre “géneros”, la misma distinción ya me molesta. Comienzo leyendo a los escritores pre-boom, como Rulfo, Paz, y me encariño con la literatura latinoamericana. Al mismo tiempo leo a Chandler, Hammet, Goodis y otros escritores mayores que tratan el mundo desde el punto de vista policial pero ahí no se agota mi curiosidad ni mis ganas de leer, muy al contrario. Leo a los grandes clásicos rusos, y a Faulkner desde muy joven…y de ahí que cualquier escritor me interese. Si el libro no lo aguanto, lo dejo para otro momento.
Creo que los libros tienen su momento en la vida del lector y no siempre coinciden. Y los libros no tienen prisa. Ya encontrarán al lector cuando corresponda.
Durante todos estos años habrás recibido miles de manuscritos. ¿Cuál es el secreto para decantarte por una obra o por otra? ¿Hay que tener instinto para ser un editor?
Creo que hay que ser lector empedernido. Si no eres previamente lector, no serás un buen editor. Posteriormente hay que tener claro qué catálogo estás trabajando y ser fiel al aroma de este catálogo. He leído cientos, no sé si miles, pero los que he escogido ha sido porque me han “tocado” la fibra. Ya sea por la trama, ya sea por la forma. No hay recetas mágicas.
Lo único que no me perdonaría es no ser fiel al texto que me ha interesado. Ese debo publicarlo. Darlo a conocer. Dar a otros/as la oportunidad de sentir lo que yo he sentido.
Y si hay suerte, mejor. Si no la hay, el trabajo está bien hecho.
Una vez elegido el libro para su publicación, supongo que no siempre es fácil convencer al autor de aceptar sugerencias o modificaciones de su obra. ¿Cómo se gestiona esa relación editor/autor/obra?
En mi caso toda ha fluido perfectamente. Si no fluye se abandona el proyecto y se deja en manos de otro editor. Suelo “editar” poco los textos. Si previamente me han conmovido, poco puedo hacer para “mejorarlos”. Pero siempre hablo con el/la autores y decidimos de mutuo acuerdo como trabajamos el manuscrito. Muchas veces no se toca, otras se tocan algunos aspectos, párrafos. Siempre tiene la última palabra el autor/a.
Sabemos que muchas editoriales buscan libros que sean comerciales. Sé que tú, en cambio, siempre has buscado la calidad en los textos, cierta distinción y particularidad también. ¿La calidad va reñida con el negocio? ¿La cuestión económica puede confundir o desviarte de tu camino?
Como tengo el máximo respeto por el lector, intento que, si está en mi mano que no siempre ha sido así, la forma sea fiel al fondo.
Dignificar el manuscrito con materiales nobles, fotos e ilustraciones de primera categoría, maquetación y letra muy legible, me parece que son, para mí, imprescindibles.
Cada libro es un mundo y lo trato como tal. Uno a uno.
¿Quieres contarnos tu trayectoria en Navona editorial, tus objetivos y las dificultades en conseguirlos?
Mis objetivos eran publicar buena literatura bajo una forma atractiva y cómoda de leer para los lectores. Y llegar a ser rentable para que el proyecto no cerrara. No lo conseguí, probablemente por varios motivos encadenados, pero la idea editorial, sigue siendo la que me define bastante. Es decir si fuera millonario volvería a hacer en el fondo el mismo tipo de editorial. Con las precauciones necesarias y con la experiencia aprendida día a día. Pero el concepto no variaría. Otra cuestión es que me considero un profesional del sector, y por lo tanto sé adaptarme y me lo sigo pasando bien, a cualquier tipo de editorial en la que pudiera trabajar. Una cuestión es ser el dueño y otra trabajar para terceros. Se puede trabajar en una editorial o Grupo muy cómodamente sin prejuicios. En definitiva la editorial es la firma de los dueños y accionistas de ella. Y eso los define.
Hablemos de Enrique de Hériz. Él fue mi profesor en la Escuela de Escritura del Ateneu Barcelonés y aún, a día de hoy, lo echo en falta. Para ti fue tu gran amigo y compañero de letras. En Navona hiciste una edición póstuma muy bonita de “Mentira”, la gran novela de Enrique ¿Fue tu homenaje? ¿Qué recuerdos guardas de él?
No guardo recuerdos. Lo siento vivo. Este es un tema que me toca de fondo y me causa dolor. El amigo, no tanto el escritor. Por eso hablaré poco de él.
Podría llenar folios y folios hablando de Enrique de Hériz, el profesional, el editor y el escritor. Y de un largo trayecto editorial recorrido de la mano, ambos nos entendíamos con solo mirarnos en todos los temas editoriales. Ediciones B fue nuestro “hábitat” y lo supimos sufrir y disfrutar. Creo que disfrutamos y nos reímos mucho trabajando. En cuanto a su faceta de escritor puedo decir que leí “El día menos pensado” en libro físico. Me desasosegó. Y me pareció ver un escritor en ciernes en esa novela. Los otros tres los he compartido con él con cientos de cafés por testigos. He leído los manuscritos, le he aportado detalles insignificantes, y sobre todo lo pasamos muy bien hablando de la trama, de los personajes…De todo. Me es difícil ser más explícito ya que la amistad y el trabajo de ambos se entremezclaban.
Pere muchas gracias por esta entrevista. Me ha encantado conocer desde "el otro lado" tus opiniones como editor.
Nos vemos el 29.03 a las 19. 00 en el Homenaje que hemos preparado en nuestro Club de Lectura a Enrique de Hériz. También contaremos con la presencia de Rosa Montero.
Si quieres asistir, inscríbete: grupobojador@gmail.com. (Es on-line)
Si quieres leer la entrevista a Ediciones Salinas: https://www.marimenayuso.com/post/entrevista-a-ediciones-salinas
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