¿Os gusta leer? Prosa, poesía, ficción, ensayo, da igual, la cuestión es que disfrutáis con la lectura y por esta razón seguís leyendo este post. Todos tenemos nuestra peculiar manera de centrarnos en la lectura, ninguna es la mejor y todas son válidas. Hay muchas formas de leer, tantas como libros que se hallan en el mercado. ¿Te has planteado que tipo de lector eres tú? ¿Eres uno de los ejemplos que muestro a continuación?
El lector infiel: No tiene remordimientos si empieza un libro y lo abandona por otro. No puede quedarse con uno solo.
El lector devorador: Su pasión por los libros le obliga a llevarlos a todas partes consigo mismo. Si acabas siempre con las portadas de tus libros en mal estado, eres uno de ellos.
El lector subrayador: Frase que le gusta, frase que subraya.
El lector compulsivo: No compra ropa ni videojuegos. Solo libros. Las librerías son como una casa de juego: le atrapan. ¿Tú también eres de los que no puede salir de una librería con un nuevo libro bajo tus brazos?
El lector gruñón: Por mucho que no le guste el libro, no es capaz de dejarlo. Eso sí, criticará el autor a muerte siempre y cuando no sean Auster o Murakami.
El lector fantasma: Compra los libros para fardar ante sus amigos y los coloca en la estantería del salón. Jamás ha leído uno ni lo hará. Sus hijos heredarán colecciones completas en perfecto estado.
El librófilo: Antes de enamorarse de una persona, lo hará de un libro. ¿Alguna vez has pensado que quedarse en casa con novela en mano es mejor plan que salir con alguien? ¿Si? Pues ya sabe qué tipo de lector eres.
El lector adicto: Tiene varios libros en su mesita de noche. Antes de acabar una novela, ya empieza con otras dos.
El lector que quiere, pero no puede: Siempre le falta tiempo para leer. Es el que te contesta que el trabajo y la casa le absorben y es el que más series de Netflix ha visto.
El anti-lector: odia todo lo que tenga más de tres frases.
Espero que te hayas disfrutado y podido identificarte al menos con uno de todos los perfiles. A lo mejor hasta con más de uno. Leed, leed mucho, porque ya lo sabéis, lo dijo Unamuno: “Cuanto menos se lee, más daño hace lo que se lee”.
Ya en septiembre, os doy la bienvenida de nuevo y arranco el quinto año de este blog.