Jordi Cubiró, es Diplomado en Biblioteconomía y Documentación por la Universidad de Barcelona. Graduado en la primera promoción de la Escuela de Librería de la UB (2012-2013). Ha trabajado como bibliotecario en varios museos (MNAC, Museo Etnológico, etc.), en empresas de gestión documental (DOC6, etc.), en la Biblioteca Episcopal del Seminario de Barcelona (BPEB) y en la librería Díaz de Santos (Barcelona) . Actualmente es librero en Alibri desde 2008 y desde 2012 ejerce, entre otros, de responsable de eventos y difusión. Actualmente ocupa el cargo de vocal en el Gremio de Libreros de Cataluña.
Alibri es una librería universitaria fundada en el año 1925 por una editorial alemana, Herder. Jordi, explícanos la historia de esta librería.
La librería fue fundada el año 1925 por una iniciativa de la editorial Herder de Freiburg (Brisgovia). Esta editorial había sido creada el año 1801. Cuando su producción editorial empezó a contar con un fondo de cierta importancia en lengua castellana, se contempló la posibilidad de montar una librería en un país de habla hispana. En un principio se dudaba entre Madrid o Barcelona, pero finalmente se optó por la segunda, donde todavía continua. Cabe decir, que la editorial Herder sigue desarrollando su actividad en Freiburg y que aún pertenece a la familia Herder (ya van por la sexta generación). La editorial Herder, además de la editorial de Freiburg, tenían otras sucursales repartidas por diferentes ciudades sudamericanas como Santiago de Chile, Sao Paulo o Buenos Aires, entre otras.
La librería fue desarrollando su actividad a lo largo de los años con total normalidad, hasta que estalló la Guerra Civil Española, aquí se produjo un punto de inflexión en su historia. Cuando parecía que todo estaba perdido, de manera casual, se consiguió volver a empezar. En aquella época, la librería tuvo que interrumpir su actividad cuando una organización republicana la expropió. Un día, el señor Antonio Valtl que había sido el gerente de la librería hasta su expropiación, la compró en una subasta pública, pasando a ser el propietario. Se ubicó en el local de la calle Balmes 26, donde todavía se encuentra hoy. Superada esta etapa, empezaron de nuevo los problemas. Dado que la librería era de propiedad alemana, los conflictos con la Comisión Interaliada eran constantes, sufriendo además las dificultades propias de la posguerra de la Guerra Civil, y de la Segunda Guerra Mundial, (del 39 al 45).
Una vez acabada la Segunda Guerra Mundial, la librería recuperó su estabilidad, esto le permitió ir creciendo y evolucionando constantemente. Un ejemplo de esta evolución lo encontramos el año 1941, cuando
la Universidad de Barcelona da a la librería el título de Librería Universitaria como reconocimiento a la calidad de su fondo editorial y al servicio que ofrecía al mundo de la docencia y la cultura.
A principios de los años 70s se procedió a la elaboración del proyecto para remodelación de las instalaciones. La administración y la sección de subscripciones a revistas se trasladaron al piso que se adquirió encima de la librería. Las obras se realizaron entre los años 1975 y 1980, y se dieron por acabadas el año 1987, cuando se incorporó el local del lado izquierdo de la librería, donde se instaló el departamento de idiomas. Dicho departamento pasó a ser uno de los más emblemáticos de la librería, y aun lo continua siendo.
A finales de los años 80 se incorporaron a la gestión diaria, nuevos sistemas informáticos, como un programa de gestión propio y la página web.
En los años 90, cuando el sistema informático resultó fundamental para el buen funcionamiento de la empresa, se fundó Alibri Informática, empresa encargada del desarrollo y el mantenimiento de las herramientas, de los recursos informáticos y de las comunicaciones.
1999 fue el año en el que la librería cambió su nombre, desde el primero de marzo de ese año pasó a llamarse Alibri Llibreria en vez de Herder, y desde entonces el 2019
¿Eres librero por vocación?
Siempre me he sentido atraído por el mundo del libro pero, sinceramente, nunca pensé en convertirme en librero, quizás más bien en bibliotecario. Ahora felizmente puedo decir que me encanta y disfruto mi trabajo de librero.
¿Qué tipo de cliente entra en vuestra librería?
Podemos decir que la mayor parte de nuestros clientes son personas con una alta formación académica, saben lo que buscan y no se contentan con cualquier título o edición.
Este público viene a Alibri para poder seleccionar libros que no encuentra en otra librerías con, quizás, un fondo más general, comercial o de grandes ventas y tiradas.
¿El cliente se deja guiar por vosotros? La mayor parte de nuestro clientes conoce y sabe lo que desea aunque si existe una pequeña porción que desea atención, recomendación o prescripción de algunos títulos.
Nuestro público conoce nuestro “gusto” y selección y cuando viene sabe que cualquiera de nuestra propuestas ha pasado un filtro de calidad.
¿Habéis notado la influencia del libro electrónico? ¿El libro y las librerías tienen sus días contados?
Nosotros no hemos notado ninguna influencia del libro electrónico en cualquiera de sus formatos. Es más, nosotros ni los vendemos.
No creemos que el libro (en papel) o las librerías tengan los días contados (esto representaría que el público sólo leerá ebooks? Raro) Lo que si pensamos es en un cambio de paradigma o del modo en que el libro, la librería y el lector se relaciona.
También organizáis presentaciones de libros. ¿Qué criterios utilizáis a la hora de decantaros por un libro u otro?
Nuestro criterio de selección es que un libro nos guste. Si esto sucede ya tiene nuestras puertas abiertas.
Como librería independiente no aceptamos pagos por promoción ni que una editorial nos “obligue” a disponer un título que no nos interese.
¿Qué vende más: el nombre de un escritor o mucha publicidad de un autor novel?
Vende más un autor con cierta trayectoria y reconocimiento que un autor, novel o no, por mucha publicidad que este realice.
La portada o el título influyen en la compra de un libro desconocido, así como su sinopsis. ¿Qué pesa más en un lector?
En genera la portada y/o el título no influyen demasiado en una posible venta, lo que si influye es la editorial que lo edita (el prestigio de esta, etc.) o quien habla del libro (prensa, revistas literarias, etc..).
¿Rodeado de tanto libro estás tentado en escribir también?
¡No! Viendo la cantidad de grandes obras que todavía no he leído no me atrevería a publicar ninguno de mis relatos o poemas. Sinceramente no estoy a la altura de determinados genios.
¿Cuál es el proyecto que más te ilusiona?
Fomentar la lectura para que el público descubra este enorme placer.
Sant Jordi es muy importante en vuestro sector. ¿Cómo lo afrontáis? Lo afrontamos con toda la ilusión y fuerza que requiere. Es una sola jornada en la que se condensa mucho trabajo preparado con semanas de antelación (firmas autores, estoc de libros, gestión del personal, etc.)
Para nosotros es una oportunidad para que mucha gente conozca este maravilloso mundo y se pueda enganchar a tan magnífico “vicio”
Me despido de él con una sensación agradable. Por sus palabras y por esa sonrisa que nunca pierde.
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